sábado, 6 de junio de 2015

Mantenimiento de un cilindro neumático.

Cilindros neumáticos


Hoy vamos a tratar de algo más mundano, pero que por cotidiano, no deja ser importante para cualquier técnico industrial, hablamos del desmontaje, limpieza y armado de cilindros neumáticos.

¿Cúando debemos cambiarlos?


El tiempo que nuestros cilindros neumáticos puedan permanecer sin problemas viene determinado
por el número de recorridos completos que realice el vástago o el número de horas de funcionamiento, en función de ello el fabricante determinará cúal es el mantenimiento preventivo más oportuno y necesario.
Por supuesto, el fabricante condiciona esos periodos al estricto cumplimiento de otros factores como son la calidad del aire o el cuidado durante su instalación o desinstalación.
En mi caso particular y como fruto de una subida retardada de uno de los cuatro cilindros elevadores de una cinta transportadora, decidimos, tras comprobar visualmente que no existían problemas de pérdidas o desalineación, su desmontaje. Con ello determinaremos si el problema en el cilindro proviene de rotura o deterioro de elementos en su interior, presencia de suciedad, o cualquier otra posibilidad.

Vamos a pringarnos


Desmontaje


Comenzaremos el desmontaje, con seguridad, como siempre. Cortaremos el suministro
de aire comprimido, de este modo evitaremos por un lado, los temidos accidentes y por otro roturas. Al mismo tiempo inhabilitamos el circuito eléctrico del transfer ,(llamo así al conjunto de cinta de cadenas que trasladan los palets para su despaletizado y confección), en el que trabajamos, dejando nuestro preceptivo candado.
Retiramos los manguitos de los racores de codo, comprobando la falta de presión. Seguimos con el desmontaje, para ello necesitaremos la ayuda de una "sofisticada", dicho con retranca, pata de cabra y varias llaves fijas. Retiramos el tornillo de sujeción del vástago (parte superior) a la estructura que eleva, con la ayuda de una llave inglesa y una mixta.

Cilindro de la firma Bosch.
Hecho esto, y en este caso particular, retiramos los cuatro tornillos que se insertan en la culata del cilindro, atravesando la bancada donde se fija. Tiramos de nuevo de llaves fijas y con más o menos problemas, eso dependerá de nuestra accesibilidad, aflojamos y nos preparamos para su extracción. 
En este caso particular y dado que el cilindro se sitúa entre una superficie fija inferior y una superficie elevable superior, por el propio peso de la segunda, queda bastante encajado, es aquí donde hace acto de presencia la dulzura personalizada de la pata de cabra, vuelve la retranca.
Haciendo juego de palanca, allá donde podamos, si es que te es necesario, levantamos la parte superior que aprisiona el cilindro y aprovechamos para sacarlo, Ésta maniobra, pero en general en todas las de elevación o desplazamiento siempre que sea posible, es imprescindible realizarla con otro compañero.
Desalojados de su posición, es hora de trasladarse al banco de trabajo.